sábado, 2 de enero de 2010

Venganza


Arcanus estaba sentado en la silla de su escritorio, como cada tarde , pidiendo al hacedor que acabara de memorizar la siguiente hoja y ultima de su libro, la que necesitaba para abrir el velo, que separaba este mundo de uno del que ni los guardas grises, combatientes contra la Ruina, querían hablar.

“Malefuc dous velum”

Un leve sonido se convirtió en un estruendo cuando una abominación cruzo el umbral que separaba Ferelden del Velo, a juzgar por su aspecto era un demonio de la lujuria.

-Ven y toma lo que siempre has querido.

A Arcanus que siempre había vivido en una pequeña cabaña en la espesura, solo, y estudiando la magia de sangre, le parecía una oferta generosa por ver algo nuevo, algo que su mentor no le hubiera enseñado, algo por lo que la mismísima Andraste lloraria.

Al otro lado vio lo que según le habían descrito podrían ser las ruinas de Ostagar, donde cayo el Rey en una batalla amañada contra la Ruina, una antaño imponente fortaleza ahora rodeada de espíritus llorando y ansiando venganza.

- Gracias por abrirnos el velo Arcanus, alguien debe pagar...


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